Uno de los mayores secretos de un jardín saludable, fértil y resistente es el compost. Este material, conocido como “oro negro” por muchos jardineros, no solo mejora la calidad del suelo y la salud de las plantas, sino que permite reciclar gran parte de los residuos orgánicos del hogar, reduciendo el impacto ambiental.
El compostaje es una técnica ancestral que puede aplicarse fácilmente en casa, incluso en espacios reducidos. No requiere equipos costosos, ni experiencia previa: solo comprensión de los principios básicos y constancia. Este artículo es una guía técnica completa para aprender cómo hacer compost en casa, paso a paso, con consejos prácticos, errores comunes y recomendaciones para acelerar el proceso.
¿Qué es el compost?
El compost es el resultado de la descomposición aeróbica (con oxígeno) de materia orgánica mediante la acción de microorganismos, insectos y lombrices. Al final del proceso, se obtiene un material oscuro, con olor a tierra húmeda, rico en nutrientes y con una excelente estructura para mejorar el suelo.
Este abono natural enriquece el sustrato, mejora la retención de agua, aporta microbiología beneficiosa y corrige problemas físicos del terreno, como suelos demasiado compactos o arenosos.
Beneficios del compost para el jardín
- Mejora la fertilidad natural del suelo
- Estimula el crecimiento sano de las raíces
- Reduce la necesidad de fertilizantes químicos
- Fomenta la actividad microbiana beneficiosa
- Aumenta la capacidad de retención de agua
- Equilibra el pH del suelo de forma progresiva
- Disminuye residuos y basura doméstica
Además, el compost ayuda a prevenir enfermedades, ya que los suelos ricos en vida microbiana suelen estar más equilibrados y menos propensos a plagas agresivas.
¿Qué necesitas para comenzar a compostar?
Hacer compost requiere básicamente cuatro elementos clave:
- Materiales marrones (carbono): secos, duros, fibrosos. Ejemplos: hojas secas, papel, cartón, ramas trituradas.
- Materiales verdes (nitrógeno): húmedos, blandos, frescos. Ejemplos: restos de frutas, verduras, césped recién cortado.
- Oxígeno: aireación regular mediante volteo.
- Humedad: entre 50–60% (como una esponja escurrida).
Regla de oro: mantener una proporción aproximada de 3 partes de marrones por cada 1 parte de verdes. Esto evita malos olores y acelera la descomposición.
Tipos de compostadores caseros
Puedes adaptar el sistema según el espacio disponible y tus preferencias. Aquí te presento las opciones más comunes:
🔸 Compostador abierto en el suelo
- Ideal para jardines amplios.
- Se hace directamente sobre la tierra.
- Permite ingreso de lombrices y microorganismos del entorno.
🔸 Compostador cerrado (con tapa)
- Fabricado con barriles, bidones, cubos reciclados.
- Controla mejor la humedad y temperatura.
- Protege del exceso de lluvia y plagas.
🔸 Compostaje en macetas o cajas de madera
- Bueno para terrazas y balcones.
- Se requiere perforar la base para el drenaje.
- Fácil de mover y manipular.
🔸 Vermicompostaje
- Utiliza lombrices californianas (Eisenia foetida).
- Produce humus de lombriz, muy rico en nutrientes.
- Ideal para espacios pequeños.
Qué puedes compostar y qué no
✅ Materiales recomendados:
Marrones (ricos en carbono):
- Hojas secas
- Cartón sin tinta
- Papel de cocina (sin grasa)
- Ramas trituradas
- Serrín de madera natural
- Cáscaras de huevo trituradas
Verdes (ricos en nitrógeno):
- Restos de frutas y verduras
- Cáscaras de banana
- Posos de café y filtros
- Bolsas de té sin grapas
- Cáscaras de papa
- Restos de poda verde
❌ Materiales que debes evitar:
- Carnes, huesos, pescados
- Lácteos
- Grasas, aceites, frituras
- Excrementos de animales domésticos
- Plantas enfermas
- Pañales, toallas sanitarias
- Madera tratada o pintada
Estos materiales pueden atraer roedores, causar malos olores o introducir patógenos.
Cómo iniciar tu compost paso a paso
- Elige un lugar adecuado:
- Sombra parcial (evita el sol directo constante)
- Buena ventilación
- Accesible para agregar materiales y revolver
- Coloca una capa base:
- 10–15 cm de ramas secas o cartón rasgado
- Mejora el drenaje y permite circulación de aire
- Agrega materiales alternando capas:
- Una capa de verdes (restos frescos)
- Dos o tres capas de marrones (hojas secas, papel)
- Repite y mezcla ligeramente
- Humedece ligeramente:
- El contenido debe sentirse húmedo, pero sin gotear.
- Si está muy seco, añade agua en forma de rocío.
- Tapa con materiales secos:
- Cada vez que agregues verdes, cubre con marrones.
- Esto previene olores y mosquitas.
- Voltea cada 7–10 días:
- Usa una pala o aireador.
- Asegúrate de oxigenar bien todo el contenido.
Cómo saber si tu compost va bien
Signos de un compost saludable:
- Temperatura interna elevada (30–50°C)
- Olor a tierra, no a podrido
- Desaparición progresiva de los residuos
- Textura grumosa, uniforme
- Presencia de lombrices e insectos beneficiosos
Problemas comunes:
- Mal olor: exceso de verdes o falta de oxígeno
- Demasiado seco: no hay actividad microbiana → añade agua
- Demasiado húmedo y blando: agrega más marrones y voltea
- Mosquitas: cubre bien los restos con hojas secas
Cuánto tiempo tarda el compost
El proceso puede durar entre 2 y 6 meses, según el clima, el tamaño del compostador, los materiales y la frecuencia de volteo.
En climas cálidos: el compost puede estar listo en 2–3 meses.
En climas fríos o secos: puede tardar 5–6 meses o más.
Cómo usar el compost maduro
Una vez que tu compost esté listo, úsalo en tu jardín o macetas de la siguiente forma:
- Como fertilizante base: mezcla con tierra al plantar nuevas especies.
- Cobertura superficial: esparce alrededor de plantas establecidas.
- En macetas: mezcla con sustrato en proporción 1:3.
- Para semilleros: tamiza antes de usar.
No lo uses en exceso: el compost es muy rico y debe combinarse con otros materiales para evitar saturación de nutrientes.
Compostaje en balcones o apartamentos
Si no tienes jardín, puedes compostar igual. Algunas opciones:
- Composteras pequeñas de cocina (con tapa y filtro de carbono)
- Vermicompostaje en cajas plásticas perforadas
- Compostaje Bokashi (fermentación anaeróbica con salvado)
Consejo: siempre mantén la compostera tapada y bien ventilada. Cubre los residuos con papel o fibra seca.
Errores frecuentes al hacer compost
- Agregar demasiados cítricos: acidifican el compost si no se equilibran
- No controlar la humedad: ni seco ni empapado
- Usar residuos cocidos o grasos: generan malos olores
- No mezclar o airear: provoca pudrición y compactación
- Colocar plástico, vidrio o metales por error
Caso práctico: compostaje urbano en Madrid
Ángela, una profesora de primaria, decidió empezar a compostar en su piso con balcón. Usó dos cajas plásticas apiladas con perforaciones laterales. Separó sus residuos orgánicos (frutas, café, cáscaras) y los cubría con papel y hojas secas que recogía del parque.
A los 4 meses, obtuvo un compost excelente que usó para sus macetas de hierbas aromáticas. Ahora enseña a sus alumnos el proceso, promoviendo la conciencia ecológica.
Compostar es cerrar el ciclo natural
Cuando haces compost, estás participando en un ciclo milenario donde la vida se transforma continuamente. Lo que antes era residuo, se convierte en recurso. Tu jardín te lo agradecerá con flores más intensas, frutos más abundantes y un suelo vivo que respira.
Además, reduces tu huella ecológica, aprovechas mejor los recursos, y enseñas a quienes te rodean una forma de vivir más consciente. Porque compostar no es solo una técnica: es un acto cotidiano de transformación positiva.